¿Es suficiente que los estudiantes pongan atención para aprender? ¿Cuál es el rol del pensamiento en el aprendizaje? ¿Cómo enganchar la atención y el pensamiento de los estudiantes en lo más importante?
El doctor en psicología cognitiva Daniel T. Willingham trata de responder todas estas preguntas y contextualizarlas a las salas de clases en el artículo que facilitamos y sintetizamos en esta entrada (avanza hasta el final si deseas leerlo directamente).
El artículo se trata de un extracto de la segunda edición de su reconocido libro ¿Por qué a los estudiantes no les gusta la escuela? (traducido por Aptus), cuya publicación aprovechamos de celebrar.
Una pregunta clave que todo docente se realiza es “¿por qué los estudiantes olvidan tan fácilmente los contenidos?”, en esencia es una pregunta sobre cómo funciona la memoria. Y es aquí donde Daniel nos puede dar algunas orientaciones.
Además de la atención, capacidad obvia para el aprendizaje, ¿qué más necesitan los estudiantes? El autor nos plantea algunas explicaciones que suelen escucharse en educación:
Es decir, nuestra memoria retiene aquello sobre lo que invertimos suficiente reflexión. No basta solo con poner atención a lo que está explicando la profesora, con emocionarse con la sorpresa que produce una nueva conclusión, ni con repetir mil veces un verso de un poema; sino los estudiantes deben pensar sobre el significado. Sin embargo, Willingham va más allá:
Pero entonces, ¿qué podemos hacer concretamente en nuestras clases para lograr aprendizajes duraderos?
Daniel nos entrega algunas recomendaciones basadas en cómo funciona la mente humana:
1.Planifica tus clases en base a la estructura de una historia
Toda buena historia, atrapante y memorable, posee cuatro aspectos comunes en su narrativa (las cuatro Cs), que pueden ser considerados a la hora de pensar en cómo organizar la materia de una lección:
¿Por qué son tan útiles las historias para atrapar a las personas? Porque nuestra mente las puede interpretar fácilmente en base a su estructura similar, las considera automáticamente más interesantes que otros formatos, nos invitan a pensar en el significado de los sucesos continuamente y a relacionarlos.
2. Revisa cada planificación de clases según lo que es más probable que piensen tus estudiantes
Al pensar en actividades de aprendizaje, poner el foco en qué es lo más probable que piensen los estudiantes es una recomendación muy útil. Por ejemplo, cuando les pedimos realizar una disertación con apoyo digital, ¿nuestras instrucciones harán que se concentren en pensar en el significado de la materia o que pongan la mayoría de sus esfuerzos en cómo armar una bonita lámina de presentación con efectos sorprendentes?
3. Engancha la atención de los estudiantes, pero con cuidado
Partir una clase con una pregunta interesante (que apunte a un conflicto que debe ser resuelto) es una buena forma de interesar a los estudiantes. A algunos docentes les gusta enganchar la atención con demostraciones concretas y llamativas (como una demostración de cómo cambia un estado de la materia a otro, o un extracto de una película sobre las guerras médicas), sin embargo, cabe preguntarnos qué es lo que recordarán en el futuro. Cuando lleguen a sus casas, ¿recordarán la demostración o imágenes y el significado subyacente? O, ¿solo que algo estalló, cambio de color o que en la película hubo buenas peleas?
Daniel plantea que no siempre son necesarias metodologías demasiado complicadas o llamativas para suscitar el interés. Más bien, una buena pregunta que abra un conflicto a resolver puede ser suficiente.
4. Si vas a usar el aprendizaje por descubrimiento, hazlo con cautela
El aprendizaje por descubrimiento o por indagación cuenta con muchos adeptos, y efectivamente tiene la ventaja de que aumenta las probabilidades que, si los estudiantes escogen qué hacer, se involucren más y, por lo tanto, piensen en los contenidos. Sin embargo, una importante desventaja es que no nos permite predecir bien sobre qué contenidos específicos pensarán y es posible que usen recursos mentales en conceptos poco relevantes o incluso que los malentiendan (hay otras desventajas del aprendizaje por descubrimiento que la investigación ha determinado que puedes revisar en el trabajo de Clark, Kirschner, Sweller, 2019).
Este artículo es posible gracias a la generosidad de Daniel Willingham que nos ha permitido traducir sus interesantes publicaciones de la revista American Educator. Para acceder al post original en inglés haga click.
Lecturas complementarias
Willingham, D (2022). ¿Por qué a los estudiantes no les gusta la escuela?. Disponible en Editorial Aptus (obra original publicada en 2021).
Willingham, D. (2019). ¿Por qué a los niños no les gusta ir a la escuela? Porque la mente no está diseñada para pensar. American Educator (obra original publicada en 2009).
Clark, R., Kirschner, P. & Sweller, J. (2019). Argumentos a favor de una instrucción completamente guiada. American Educator (obra original publicada en 2012)
Caviglioli, O. (2019). 9 principios de la mente de Daniel Willingham. [infografía basada en D. Willingham, traducida por Aptus]. OLICAV
Fletcher-Wood, H., Bignall,B., Calvert, J., Goodrich, J., McCrea, y Furst, E. (2020). Currículum del aprendizaje 2.0. Explicando la ciencia del aprendizaje a profesores: un manual para formadores. Ambition Institute (original publicada en 2019)
Kirschner, P. A., Sweller, J. y Clark, R. E. (2019). Por qué una instrucción con guía mínima no funciona: un análisis del fracaso de la enseñanza constructivista, por descubrimiento, basada en problemas, experiencial y basada en la indagación Educational Psychologist 41(2), 75-86 (obra original publicada en 2006).
Formación gratuita
Curso gratuito y autogestionado (MOOC). Ciencia del aprendizaje: principios y estrategias para una mejor enseñanza
Aptus (2021). Webinar abierto: Ciencia del aprendizaje, principios y estrategias para una mejor enseñanza